GUIA
Las Respuestas del Cristiano
Ante los ataques a la Iglesia, dificultades, desastres y pruebas,
propios de Los Postreros Días
Área 8 GUERRAS, PESTES Y DESASTRES
TODO ESTO TIENE QUE SUCEDER
Dios ya era....
"Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares. Y todo esto será principio de dolores." Mateo 24:6-8
CAPÍTULO 1: GUERRAS Y RUMORES DE GUERRA
Según la ONU, el mundo enfrenta el mayor número de conflictos desde la Segunda Guerra Mundial, con 56 guerras activas y más de 130 millones de desplazados. Regiones como Gaza, Ucrania, Yemen y Sudán sufren las consecuencias de la inacción internacional y la violación de derechos humanos. Dos factores principales provocan estas guerras:
1. Ambición de poder y egoísmo de los líderes, que envían soldados al combate mientras las poblaciones sufren sin ser consultadas.
2. Fuerzas de las tinieblas, que instigan la violencia y la pérdida de almas, cumpliendo los propósitos de Satanás.
Además del término “guerra”, existen otras formas de guerra que afectan a la sociedad: La guerra contra el narcotráfico, contras las bandas, guerra entre cárteles, etc. Violencia, peligro para la sociedad cada vez mayor, en su propia colonia.
La Iglesia observa y ora por la paz, sabiendo que la violencia urbana y el clamor por "paz y seguridad" allanarán el camino para el líder que traerá una falsa paz (1 Tesalonicenses 5:3-5).
Recomendación para el cristiano: No debemos temer, sino mantenernos en oración y discernimiento. La maldad en aumento es señal del fin, pero nuestra esperanza y seguridad está en Cristo. Propuesta: Crear redes de apoyo entre cristianos, capacitarse en seguridad básica y primeros auxilios, y movilizar esfuerzos misioneros para asistir a desplazados, refugiados y a migrantes con el Evangelio.
CAPÍTULO 2: NACIÓN CONTRA NACIÓN Y REINO CONTRA REINO
Mientras las guerras entre naciones son visibles, la guerra espiritual es una realidad en el mundo invisible. "El Reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo conquistan por la fuerza" (Mateo 11:12).
Nuestra lucha no es contra carne y sangre, sino contra potestades espirituales (Efesios 6:12-14). Las oraciones fortalecen a los ejércitos celestiales, mientras que la sangre derramada en guerras, homicidios y abortos alimenta a las fuerzas malignas, por ello los sacrificios humanos desde el principio de los tiempos. Las guerras no pararán, mientras haya necesidad de sangre derramada.
Recomendación para el cristiano:
Seamos soldados de Cristo en la oración, intercediendo por nuestras familias, la Iglesia y las naciones. Usemos nuestras armas espirituales, porque nuestra guerra es espiritual, no contra bandas ni ejércitos extranjeros, no contra los seres humanos, sino contra espíritus de maldad.
Propuesta:
Organizar tiempos de ayuno y oración estratégica, preparar a la Iglesia para enfrentar persecución con fortaleza y discernimiento. “Aprender a sufrir para defender la fe”, frase de hace 60 años. Aunque aún no se ve una persecución fuera del hostigamiento, la preparación puede es para tomar conciencia, que se hable, se explique lo ha sido, es en otras partes, y será en todas partes. La Iglesia no pasará por “la irá de Dios”, quizá tampoco por “la gran tribulación”, pero seguro que si por “la tribulación”, y esta, ya empezó.
CAPÍTULO 3: PESTES
Las pandemias han existido y seguirán existiendo. La Iglesia primitiva enfrentó la "Plaga Antonina" y la "Plaga de Cipriano", que debilitaron el Imperio Romano. Sin embargo, los cristianos se destacaron por su amor al prójimo, atendiendo a los enfermos mientras los paganos huían.
Martín Lutero, durante la peste de 1527, enseñó que el deber del cristiano es servir a su prójimo antes que protegerse a sí mismo. Muchos pastores murieron en la pandemia reciente por cuidar de su rebaño. El primer pastor que murió en Toluca fue por atender a sus jóvenes del Centro de Rehabilitación. Si él se aislaba y los dejaba solos, muchos podrían morir. Cumplió con su deber hasta el fin. Tendrá su recompensa conforme a su hecho. Si, murió, pero... ¿perdió?, no, es un ganador en el Reino de los Cielos.
Recomendación para el cristiano:
No vivir con temor, sino con fe y responsabilidad, sirviendo con amor según nuestras capacidades y llamados. Si estamos bien delante de Dios, no hay temor, hay tranquilidad y confianza.
Propuesta:
Capacitarse en salud preventiva, establecer redes de atención médica entre cristianos y reducir la dependencia de los sistemas gubernamentales de salud. Fortalece tu cuerpo, busca un plan para fortalecer tu sistema inmunológico. Aliméntate sanamente. Tu buena relación con Dios y tu cuerpo, mente y alma sanos, gran ventaja.
CAPÍTULO 4: HAMBRES
El hambre no se debe a la falta de recursos, sino a decisiones políticas y económicas. Israel ha demostrado que un desierto puede florecer con tecnología y esfuerzo, pero los poderosos destinan recursos a la guerra en lugar de combatir el hambre.
El sistema financiero mundial también es frágil. Estados Unidos está en una burbuja de deuda, y su colapso podría generar una crisis económica global, afectando a América Latina y otras regiones. Recomendación para el cristiano: Prepararse con prudencia, confiando en la provisión de Dios, y actuando con sabiduría en la administración de recursos provisión del Señor.
Propuesta:
Nuestra confianza fundamentalmente está en Dios, nuestro proveedor, Jehová-Jireh, y conociendo su fidelidad, no pasaremos hambre. ¿Cuál será el medio de sustento? No lo sabemos, tal vez porque nos ha enseñado a ser prudentes. Entonces seamos prudentes, y el confirmará en nuestro corazón. Por ejemplo, Fomentar la autosuficiencia alimentaria con huertos comunitarios, redes cristianas de ayuda en tiempos de escasez.
CAPÍTULO 5: PRINCIPIO DE DOLORES
Jesús comparó los acontecimientos finales con los dolores de parto: empiezan con intervalos largos, pero se vuelven más intensos y frecuentes antes del nacimiento de la criatura, de una nueva era. Los tiempos se están acelerando, por favor, alerta, no hagas caso omiso de estas advertencias. "Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca" (Lucas 21:28).
Recomendación para el cristiano:
No temer, tenemos 360 promesas, más bien ocuparnos en prepararnos espiritual y físicamente. La mayoría de las promesas están sujetas a la obediencia, a la santidad. Cumple tu parte, ten por seguro que Dios cumple la suya, es Fiel y no nos dejará solos. La paz y el gozo vendrán después del sufrimiento, cuando Cristo reine, lo cual no tardará mucho, solo 7 años después de que empiece el parto, la semana 70.
Propuesta:
Prepararse para la persecución con comunidades resilientes (superar y adaptarse a las adversidades), desarrollar sistemas de apoyo familiar y o congregacional, y fomentar una fe inquebrantable ante los tiempos venideros.
Conclusión
Estos tiempos son desafiantes, pero no debemos desmayar. Dios está con nosotros y nos ha dado las herramientas para enfrentar cualquier situación con fe y valor. Nuestro llamado es permanecer firmes, orando, velando y confiando en las promesas del Señor.
"Buscad primeramente el Reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas" (Mateo 6:33).